Hoy, 24 de octubre, se celebra el Día Contra el Cambio climático; y qué mejor momento para conocer todos aquellos usos que pueden darse sobre el contenido y continente de las conservas para reducir los residuos, garantizar su aprovechamiento y realizar un correcto reciclado.
Aunque es algo habitual de multitud de sectores, en el agroalimentario la mayoría de los productos están destinados al gran consumo, lo que supone la acumulación final de gran cantidad de residuos que son necesarios reciclar para evitar que acaben en el medio natural y contaminen el entorno.
En el caso concreto de las conservas, tenemos desde su envase hasta el propio contenido. Es decir, tenemos por un lado las latas que conservan el pescado, un envase fabricado, normalmente de hojalata o aluminio, siendo las primeras de un 58% de material reciclado, según la Asociación de Productores Europeos de Acero para Embalaje. Por otro lado, en el contenido de las conservas tenemos sus líquidos de cobertura, el gran desconocido de muchos usuarios que, en lugar de aprovechar su alto contenido en nutrientes y sabor para aliños u otras recetas, optan por deshacerse de ellos, y casi siempre de la manera errónea.
Un mal reciclado de los productos, ya sean envases o aceites, generan un alto impacto sobre el medio que nos rodea, acelerando los ritmos de contaminación y contribuyendo drásticamente en el cambio climático. Todo esto tiene especial repercusión sobre los océanos, nuestra enorme fuente de materia prima para aportar a nuestro organismo muchos de los nutrientes que necesita. Por ello, es responsabilidad de todos concienciarse sobre el aprovechamiento de recursos y el reciclaje para reducir el impacto sobre el medio y mantener la vida de nuestros ecosistemas.
Ahora bien, por norma general, la teoría nos la solemos saber todos. Pero ¿la llevamos a la práctica? Nosotros queremos ayudarte a que sí, por eso hoy os damos algunos tips sobre cómo aprovechar al máximo nuestras conservas de pescado y disfrutar mucho más allá de los lomos de caballa, melva o unas sardinillas de la costa.
En primer lugar, vamos a detenernos en el líquido de cobertura, donde tenemos agua y sal, salsas y aceite, de oliva y girasol. En concreto, vamos a centrarnos en estas últimas, los aceites, puesto que muchos usuarios suelen optar por tirarlo por el fregadero. Y ¡NO!
Por otro lado, si nos centramos en las latas, éstas por norma general son desechadas a la basura. ¡RECUERDA! Siempre al contenedor amarillo y bien escurridas. Pero, si quieres darle una segunda vida y aprovecharlo en casa, tenemos algunas ideas 😉
Podríamos desglosar multitud de ideas pero, lo mejor, es que cada uno pueda darle rienda suelta a la imaginación y hacer de las latas de conservas un enorme recurso para hacer tus “DIY” (Do it yourself).
Hagamos un mundo mejor a partir de pequeños detalles, y el aprovechamiento de los alimentos, los recursos y el reciclaje son acciones que repercuten enormemente en la protección del medio. Comparte con los demás tus hábitos de reciclaje, y tu apoyo contra el cambio climático para que cada vez más gente quede concienciada sobre el mismo.
Visita nuestra web www.usisa.com, y conoce mejor nuestro compromiso con el medio, el aprovechamiento de los recursos naturales y las materias primas de nuestras conservas y salazones.
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