El consumo de conservas de pescado ha conquistado paladares en todo el mundo, y entre todas las opciones, hay un rey que destaca por su versatilidad y popularidad: el atún.

El reinado del atún en conserva

El atún en conserva es una joya en la industria alimentaria global. Su potente sabor y su textura carnosa lo han convertido en un favorito en mesas de todo el mundo. Además de su delicioso perfil gustativo, el atún es conocido por ser una excelente fuente de proteínas magras y ácidos grasos omega-3, proporcionando beneficios para la salud cardiovascular. También es una buena fuente de proteínas y otros nutrientes, como la vitamina D y el selenio.

Según la FAO, el consumo mundial de atún en conserva para este pasado 2023, se estima en 11,5 millones de toneladas. De ser así, este dato representaría un aumento del 2,7% respecto a 2022, año en el que dicho consumo alcanzó los 11,2 millones de toneladas.

La tendencia al alza del consumo de atún en conserva se debe a una serie de factores, entre los que se incluyen:

• La creciente concienciación sobre los beneficios para la salud del pescado azul.
• La conveniencia de las conservas de pescado, que son fáciles de preparar y almacenar.
• El aumento de la población mundial, que está creando una mayor demanda de alimentos.

La versatilidad del atún en conserva lo hace perfecto para ensaladas, sándwiches, platos principales e incluso sushi. Su facilidad para introducirlo en las comidas diarias y su larga vida útil, lo convierten en un compañero confiable en la despensa, listo para ser utilizado en cualquier momento.

Explorando nuevos horizontes

A medida que los paladares se expanden y los consumidores buscan variedad, otras opciones de conservas de pescado también están ganando terreno.

El atún sigue siendo el rey indiscutible, pero su reinado no está exento de competidores cercanos. Sardinas, salmón y caballa ofrecen una amplia variedad de sabores y beneficios nutricionales, lo que permite a los consumidores explorar nuevos horizontes gastronómicos.

En el caso de las sardinas, son el tipo de conserva de pescado que compite más de cerca con el atún. Aunque fuentes oficiales aún están recopilando datos, se estima que en 2023, el consumo mundial de sardinas en conserva estaría en torno a los 4,7 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 3,5% respecto al año anterior.

Las sardinas se catalogan como pescado azul que es rico en ácidos grasos omega-3, y también son una buena fuente de proteínas y otros nutrientes, como la vitamina D y el calcio.

El tercer puesto del podio está en juego, el salmón y la caballa compiten para asegurarse estar en el top de conservas más preciadas.

Con su característico color y sabor distintivos, el salmón en conserva es una alternativa elegante al atún. Rico en ácidos grasos omega-3 y proteínas, el salmón aporta un toque gourmet a ensaladas y platos principales. Por su parte, la caballa ofrece matices únicos de sabor y textura. Además de su excepcional sabor, la caballa es una fuente de nutrientes esenciales. Rica en ácidos grasos omega-3, proteínas de alta calidad y vitaminas como la B12 y la D.

Cada lata de conserva cuenta una historia de tradición, salud y aventura gastronómica. Mientras el atún ostenta su corona, sardinas, salmón y caballa buscan alcanzar ese codiciado primer puesto, ofreciendo a los consumidores la posibilidad de explorar y disfrutar de una diversidad de sabores y beneficios nutricionales.

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