En un mundo donde cada vez somos más conscientes de lo que comemos y de cómo nuestras decisiones impactan en el planeta, pueden surgir preguntas como: ¿es sostenible consumir pescado en conserva? ¿Estamos ayudando al medio ambiente al elegir este formato? En USISA creemos que sí —y no solo por convicción, sino por los principios que guían todo lo que hacemos.
Acompáñanos a descubrir por qué las conservas de pescado, cuando se elaboran con responsabilidad y compromiso como las nuestras, pueden ser una opción respetuosa con el planeta
La sostenibilidad empieza en el mar: pesca responsable
Todo parte del origen. En USISA trabajamos con pescado procedente de pesca artesanal y responsable, como la caballa, la melva o el atún. Estas capturas se realizan con artes selectivas —como el cerco— que respetan los ciclos naturales de las especies, minimizan las capturas accidentales y protegen los ecosistemas marinos.
Esto significa que detrás de cada lata hay una historia de sostenibilidad: la de pequeñas embarcaciones locales, que siguen las prácticas transmitidas de generación en generación.
Conservar para preservar: el poder del formato
Las conservas permiten reducir el desperdicio alimentario al máximo. Gracias a su larga vida útil, pueden almacenarse durante meses —e incluso años— sin necesidad de refrigeración, lo que evita el deterioro prematuro y fomenta un consumo más consciente.
Además, nuestras latas y envases son reciclables, lo que refuerza nuestro compromiso con la economía circular y el aprovechamiento de recursos. Un ejemplo: una lata de melva o atún puede disfrutarse sin necesidad de energía adicional (ni cocina, ni frío), algo ideal en situaciones cotidianas (por ejemplo, para un consumo fácil fuera de casa).
Kilómetro cero y producción local
Nuestros centros de producción están ubicados en Isla Cristina (Huelva), y gran parte del pescado se obtiene en las costas andaluzas. Apostar por conservas de proximidad es también apostar por:
- Menor huella de carbono en el transporte.
- Fomento de la economía local y del empleo en zonas costeras.
- Transparencia y trazabilidad: sabes de dónde viene lo que comes.
Este modelo 100 % local y controlado nos permite cuidar cada paso del proceso: desde el mar hasta tu mesa.
¿Y la salud? Un plus sostenible
Los beneficios del pescado azul son de sobra conocidos: omega‑3, proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas esenciales. Gracias a un proceso de elaboración cuidadoso, nuestras conservas preservan todos estos nutrientes, sin necesidad de aditivos ni conservantes artificiales.
Esto también es sostenibilidad: cuidar de las personas tanto como del entorno.
Consumir conservas USISA es elegir un modelo más consciente
En resumen, consumir pescado en conserva puede —y debe— ser una decisión informada, responsable y sostenible. En USISA trabajamos cada día para garantizar que nuestras conservas no solo respetan la tradición marinera, sino también al planeta y a quienes lo habitan.
Si aún no las has probado, te invitamos a descubrirlas en nuestra tienda online. Porque detrás de cada lata hay sabor… pero también compromiso.