Sí, hoy nos vais a perdonar, llega el día de Andalucía, la comunidad que nos lo da todo y donde tiene origen la amplia variedad de conservas y salazones de pescado que ponemos a disposición de todo el mundo.
Pero no vamos a presumir para decir lo rico que está todo, eso que cada uno juzgue con sus gustos. Hoy venimos a destacar el patrimonio que nos ha dejado nuestra comunidad, las tradiciones que ha ido pasando de generación en generación y el rico léxico que han nutrido nuestro sector.
Sí, vamos a centrarnos en el producto estrella de nuestras costas y en uno de los sectores primarios que mayor volumen generan, con una aportación de 400 millones de euros al PIB de Andalucía.
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Una tradición con acento andaluz
Por el Día de Andalucía, hoy queremos traeros un artículo de blog donde acercaros un poco más hacia la técnica de pesca que traen a nuestra fábrica las diferentes especies de pescado, bajo el respeto de una tradición ancestral.
Gracias a la asociación ASPROCASUR (Asociación de productores de Caballa del Sur) “Los caballeros del mar”, queremos acercar la hermosa tradición de la pesca de la caballa, una de las especies santo y seña de nuestra fábrica, y de nuestro municipio.
Desde Isla Cristina se trabajan multitud de técnicas de pescado, de ahí que sea considerado el segundo puerto de pesca fresca a nivel nacional, a donde llegan especies que proceden de la pesca artesanal, remolcados, arrastre y cerco.
Ésta última es la que vamos a hacer protagonista, una de las más tradicionales y extendidas por la costa andaluza, especialmente concentrada en el golfo de Cádiz. La pesca de cerco es una técnica que consiste en rodear el banco de peces y, tras cerrar el fondo, subir la caballa a bordo.
El barco que se emplea para esta técnica no es uno cualquiera, son las traiñas, los cuáles también se diferencian por la pesca mediante sonar, ecosonda o a la luz (que los podemos diferenciar por la gran cantidad de focos que lo coronan).
Para esta técnica de pesca, tenemos el cerco tradicional y el cerco para la pesca de la caballa, mucho más reducido que el anterior. No obstante, la composición es la misma, una hilera de flotadores que mantienen la red a flote, mientras que en la parte inferior lleva un cabo plomo para llevarla al fondo, y luego poder cerrarla con la retenía (para retener a las caballas, claro está) y poder subir el pescado a bordo.
Y no, no subimos el pescado sin más, se sube la copejá, que es el saco que forma la red para contener a todo el pescado. ¡Las cosas por su nombre!
Y para no salir de este rico léxico, es una técnica de pesca que respeta la tradición “de calón a calón” (que es la amplitud completa del cerco).
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La especialización de nuestras aguas
Como habíamos mencionado anteriormente, el puerto de Isla Cristina es el segundo a nivel nacional, en cuanto a pesca de fresco. Y, además, hay un producto que destaca sobre cualquier otro, la caballa.
El atún, las sardinas, la melva, la caballa, etc. son tantas las especies que recogen nuestras aguas que es difícil quedarse con una, aunque por la cantidad y calidad, así como nuestra especialización, nosotros nos vamos a quedar precisamente las dos últimas, la caballa y la melva. Además, estas dos especies están reconocidas con la indicación de origen caballa y melva de Andalucía. Un pescado con unas cualidades organolépticas únicas, un sabor auténtico y una textura muy equilibrada.
Esperamos haberos acercado mejor a la actividad de nuestro litoral, a un arte y tradición que genera en nuestro país más de 1.600 millones de euros. Y, tanto hablar de la pesca, lo más bonito es poder disfrutarla, y nosotros si quieres, lo ponemos a tu disposición en nuestra web. www.usisa.com